Este es nuestro hotel favorito, es un hotel museo en Ciudad de Quebec, el personal es muy competente. Nuestra habitación era muy bien decorada y lo suficientemente espaciosa y contaba con una bañera de hidromasaje, un baño compartido, una cama twin. Huevos duros, panes, pasteles y fruta diarios para el desayuno estaban buenísimos. Situado en el centro de la ciudad. Una estancia realmente buena para ser un viaje de negocios.

Ubicación ideal y excelente con una estación de tren bastante cerca del hotel. Cenamos en Equilibre, situado a un corto paseo del hotel. Habitaciones recién decoradas y lo suficientemente espaciosas con un baño compartido, una cama twin y también todas las necesidades básicas y desayuno copioso...

Habitaciones recién decoradas con una mesa de trabajo y una llave electrónica. Una ubicación perfecta a un corto paseo del Price Tower. Situado en una zona histórica, en las proximidades de la mayoría de los restaurantes y de lugares de interés y restaurantes y de las murallas de la ciudad.

El cuarto de baño estaba sucio.

La habitación era recién decorada, con un baño compartido y me ha encantado su personal, era extremadamente hospitalario. Los panes, los pasteles, la fruta y los huevos duros que servían en el restaurante estaban buenísimos.

El hotel estaba muy limpio, las habitaciones eran muy bien decoradas y lo suficientemente espaciosas y el personal servicial. Las habitaciones con un baño, té y televisor. Una comida buenísima para un desayuno saludable con mermelada casera. Un servicio estupendo y un restaurante destacado. El proceso de registro ha sido fácil. Una ubicación muy cómoda en el centro de Ciudad de Quebec. Me ha encantado que la propiedad estaba en una zona histórica.

El personal era extremadamente agradable y complaciente y todas las facilidades proporcionadas fueron increíbles. La habitación era impecable y moderna, además tenía una mesa de trabajo, una llave electrónica y una plancha. El desayuno era copioso y delicioso con música, había comida muy rica, como huevos duros, panes, pasteles y fruta.

Este hotel tiene una excelente relación calidad-precio. Las habitaciones han sido completamente renovadas y cuentan con comodidades contemporáneas, como dos camas individuales y un baño privado. Además, el desayuno ofrecía una amplia variedad de alimentos caseros, como mermeladas caseras. me encantó la atención al detalle y la ubicación en la colina, cerca de los lugares más concurridos de la ciudad.

No encontré ningún aspecto negativo, todo estuvo perfecto.

Este hotel se encuentra en una ubicación excelente, cercana a la terminal de cruceros y en el centro del casco antiguo de la ciudad. Está cerca de todo, incluyendo el centro de exposiciones. Las habitaciones son amplias y cómodas, con detalles como buena grifería y herrajes en el baño. El personal es muy amable y servicial. Además, el desayuno es variado y de alta calidad.

La política de toallas podría mejorar, ya que solo se realiza cambio diario o no se cuenta con un medio para poder secarlas al menos.

La Ciudadela de Quebec estaba prácticamente a la salida. Es un buen lugar para un fin de semana en Ciudad de Quebec. Definitivamente volveríamos, sin problema. Nos encantó la comida en el Equilibre a 100 m: D

Nada.

Tuvimos la oportunidad de visitar el Palacio Real, que estaba a 15 minutos andando. Nos ha encantado nuestra estancia, y lo aconsejamos. Hay WiFi gratis.

Buena ubicación. Edificio antiguo con arquitectura moderna. Personal amable y atento. Habitaciones limpias y silenciosas. Desayuno tranquilo con fruta fresca. Buenos menús a buen precio para comer. Alquiler de coche y atracciones cercanas.

Ubicación ideal, personal atento, un hotel moderno en todos los sentidos. Habitaciones recién remodeladas, de buen tamaño con un baño. Los desayunos eran saludables, con comida saludable, frutas.

Es una pena que el baño esté sucio.

Fue una experiencia súper agradable para ser un viaje de negocios. El desayuno estaba muy rico e incluía huevos duros, panes, pasteles y fruta. Habitaciones modernas con un baño y personal muy amigable, todo fue moderno. La ubicación era increíble y buena, a 10-15 minutos andando del Palacio Montcalm.

He tenido una estadía increíble en este fascinante hotel-monasterio en Quebec. Mi propósito de viaje fue explorar la ciudad y me quedé aquí por tres noches. Quiero destacar algunos aspectos positivos de mi experiencia. En primer lugar, el desayuno fue delicioso y variado, con productos de alta calidad. Además, el hotel está situado en el casco histórico de la ciudad, lo que facilitó mi visita a los lugares más populares. A pesar de estar en una calle tranquila, tenía acceso rápido a todo. La limpieza y orden del hotel me impresionaron, todo estaba en perfectas condiciones. Por último, el personal fue muy amable y servicial en todo momento.

Recomiendo este lugar insistentemente.

Elegancia, buen gusto, comodidades modernas, ubicación inmejorable, buen desayuno.

Nada podría haber sido mejor.